Christian Northeast para NYTimes
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El pasado 6 de marzo de 2012, Matthew Hutson publicaba en el Sunday Review del The New York Times "In Defense of Superstition", como presentación de su libro: The 7 Laws of Magical Thinking: How Irrational Beliefs Keep Us Happy, Healthy, and Sane. Hutson explica que el concepto de superstición se ha convertido algo peyorativo y que el hecho de creer en cosas como la magia y los milagros es visto algo irracional y científicamente retrógrado. Aún así, los estudios muestran cómo algún tipo de creencia en lo sobrenatural (a menudo, de manera sutil e inconsciente) es algo inevitable, incluso entre los escépticos. De tal manera que, hasta cierto punto, todos somos "místicos". Por lo tanto, creer en la magia no nos convertiría en estúpidos, ignorantes o locos, sino que simplemente habla de nuestra humanidad.
El lado positivo del pensamiento supersticioso o mágico, incluso cuando falsea la realidad, es que tiene algunas ventajas que la lógica y la ciencia no siempre pueden ofrecernos: la sensación de control y un sentido. Este sería el caso de aquellas situaciones en las que:
- recurrimos a rituales, como "tocar madera" o llevar un amuleto, esperando que nos ayude a conseguir buenos resultados en situaciones que nos generan preocupación. Si bien estos rituales no producen efectos mágicos de una manera directa, al generarnos una ilusión de control y mejorar la confianza en nosotros mismos, lleva a que hagamos mejor las cosas, afectando nuestro destino de una manera indirecta.
- pensamos que "todo sucede por algún motivo", como parte del pensamiento mágico, en el que no existen ni el azar ni la casualidad. Es lo que se denomina un razonamiento teleológico, asociado a la búsqueda de una intencionalidad en todo cuanto sucede en el mundo. Pero si se trata de algún acontecimiento del que no encontramos un/a autor/a visible, entonces podemos atribuir las intenciones a algún autor/a invisible, ya sea Dios, el karma, el destino, o cualquier otro.
- creemos que los objetos tienen la "esencia" de sus anteriores propietarios, que los objetos simbólicos pueden atraer a aquello que representa, o que los objetos inanimados tiene conciencia. En todos estos casos se trata de un hábito básico de la mente orientado a estructurar y dar sentido al caos y absurdidad del universo.
Hutson sustenta la utilidad psicológica de todos estos "pensamientos
mágicos" en base a resultados de investigaciones llevadas a cabo en
distintas universidades. Sin embargo, también reconoce el lado peligroso de la superstición, ya que no debemos olvidar que esta también puede conducir a la obsesión, los pensamientos fatalistas, e incluso la psicosis. Así que como nos sugiere el jovencísimo Stevie Wonder en su genial y ya mítica Superstition (1972), si la superstición nos hace sufrir, es que no vamos por buen camino:
"When you believe in things/
that you dont understand/
Then you suffer / Superstition aint the way"
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