Ilustración: Dinero, de Miguel Brieva. |
Segundo capítulo del proyecto Interferències.
Más información y capítulo 1, aquí.
Ilustración: Dinero, de Miguel Brieva. |
Quiero decir algunas palabras sobre este asunto. Soy una mujer de derechos. Tengo tantos músculos como cualquier hombre y puedo trabajar tanto como cualquier hombre. He arado, cosechado, desgranado, cortado y segado: ¿puede algún hombre hacer más que eso? He oído mucho sobre la igualdad de los sexos. Puedo cargar tanto como un hombre, y comer tanto como él, si puedo conseguir esa comida. Soy tan fuerte como cualquier hombre. En cuanto a la inteligencia, todo lo que puedo decir es, si una mujer tiene una pinta, y un hombre un cuarto - ¿por qué ella no puede tener su pequeña pinta llena? No deben temer darnos nuestros derechos porque queramos demasiado-, porque queramos más de lo que nuestra pinta soporta. Los pobres hombres parecen estar confundidos y no saben qué hacer. Porque, criaturas, si tenéis los derechos de las mujeres, dádselos y os sentiréis mejor. Tendréis vuestros propios derechos y ellas no serán un gran problema. No sé leer, pero sé escuchar. He oído la biblia y he aprendido que Eva llevó a pecar al hombre. Bien, si la mujer subvirtió el mundo, dadle la oportunidad de que lo enderece de nuevo. La señora ha hablado sobre Jesús, sobre como nunca rechazó a las mujeres, y ella tiene razón. Cuando Lázaro murió, María y Marta se acercaron a él con fe y amor y le suplicaron que resucitase a su hermano. Jesús lloró y Lázaro se irguió de nuevo. ¿Y cómo llegó Jesús al mundo? Fue Dios quien lo creó y la mujer quien lo dio a luz. Y el hombre ¿dónde estuvo su papel? Las mujeres están discutiendo sobre las bendiciones de Dios y algunos hombres se están acercando a ellas. Pero el hombre está en un lugar reñido, el pobre esclavo trata de ir por encima de él, las mujeres tratan de ir por encima de él, así el hombre se encuentra entre un halcón y un águila.
Bien, criaturas, donde hay tanto jaleo algo debe estar mal. Creo que entre los negros del Sur y las mujeres del Norte, todos hablando sobre derechos, los hombres blancos van a verse en un aprieto muy pronto. Pero ¿qué es todo sobre lo que estamos hablando?Aquel hombre de allí dice que las mujeres deben ser ayudadas para entrar en los carruajes y levantadas sobre las acequias y tener los mejores lugares en todos sitios. ¡Nunca nadie me ayudó a entrar en un carruaje, ni a pasar por encima de los charcos, ni se me cedió el mejor lugar! Y, ¿acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mi brazo! He arado y cultivado, y recolectado en graneros, y ningún hombre pudo encabezarme. Y, ¿acaso no soy una mujer? Podría trabajar tanto como un hombre y comer tanto como un hombre -cuando consiguiera esa comida- y ¡también soportar los azotes! Y, ¿acaso no soy una mujer? He dado a luz trece criaturas, y he visto como la mayorías eran vendidos como esclavos, y cuando grité mi profundo dolor, ¡sólo Jesús me escuchó! Y, ¿acaso no soy una mujer?Entonces ellos hablan de esta cosa en el cabeza; ¿como lo llaman? [un miembro del público susurra, 'inteligencia']. Eso es, cielo. ¿Qué tiene eso que ver con los derechos de las mujeres o de los hombres? Si en mi vaso solo cabe una pinta, y el tuyo un cuarto, ¿no dejarías que llenase yo mi pequeña mitad?Después aquel hombrecillo negro de allí dice que ¡las mujeres no pueden tener tantos derechos como los hombres, porque Cristo no era una mujer! ¿De dónde vino Cristo? ¿De dónde vino tu Cristo? ¡De Dios y una mujer! El hombre no tuvo nada que ver con Él.Si la primera mujer hecha por Dios tuvo la fuerza suficiente para poner ella sola el mundo patas arriba, estas mujeres juntas deberían ser capaces de enderezarlo de nuevo. Y ahora que ellas quieren hacerlo, es mejor que los hombres lo permitan.Agradecida porque me hayan escuchado, ahora la vieja Sojourner no tiene nada más que decir.
Fotografía: Nickolas Muray/George Eastman House |
This award-winning documentary (Montreal International Festival of Films- Best Biography of an Artist) provides a stirring look at the life and times of Mexico's most famous woman painter, Frida Kahlo. Although the film is old, with simple editing techniques, it eloquently portrays the artist's life in the famous "Blue House" outside of Mexico City that she shared with her husband, the famous muralist and painter Diego Rivera. A near fatal bus accident, years of traumatic surgery, and endless heartache left Frida Kahlo devastated, relentlessly transferring her physical and emotional pain to the canvas. Reading from her diaries, archival photographs, and film footage offer an intimate portrait of one of the most astonishing figures of the twentieth century. Narrated by Sada Thompson and commentary written by Hayden Herrera, this documentary explores Kahlo as the center of the Mexican renaissance of the 1920s and 1930s. Not just as an artist, but as a tragic figure as it follows her painting career, her growing interest in politics and her turbulent relationship with her husband, Diego.
Cartel diseñado por Marta López |
Fragmento de El Guernica, de Pablo R. Picasso, 1937 |
Lo interesante es que el cuadro está vivo como declaración política. En los últimos siete años se ha reutilizado en numerosas ocasiones, sobre todo tras la invasión de Irak, en 2003. Ha habido nuevos usos del Guernica en nuevas situaciones políticas. No es una imagen que ha desaparecido en el pasado, sino que mantiene una vitalidad y relevancia en el presente. ¿Qué tiene para que nos importe en la actualidad, qué circunstancias hacen de él un cuadro importante? [...] Básicamente, el Guernica consigue responder visualmente a la naturaleza bárbara de la guerra contemporánea. Da forma al tipo de guerra actual. La muerte ocurre en un instante como un flash. Explica lo atroz del bombardeo en masa de civiles, algo que es un problema actual. Por eso no es algo que pertenezca al pasado.
"El capitalismo nunca resuelve sus problemas de crisis, sólo los desplaza geográficamente". David Harvey
Emma Goldman, 1911. |
(c) David Jay, 2011. The Scar Project |
For these young women, having their portrait taken seems to represent their personal victory over this terrifying disease. It helps them reclaim their femininity, their sexuality, identity and power after having been robbed of such an important part of it. Through these simple pictures, they seem to gain some acceptance of what has happened to them and the strength to move forward with pride.
Pero con la pérdida del miedo:Desde los años setenta hemos vivido una involución, que rompió con la evolución iniciada con la crisis de los treinta. [...] Buena parte de las concesiones sociales se lograron por el miedo de los grupos dominantes a que un descontento popular masivo provocara una amenaza revolucionaria que derribase el sistema.[...] A partir de los años setenta, los ricos pierden el miedo. Y hoy, ¿a qué revolución van a temer los banqueros? Han perdido el miedo, y desencadenan el empobrecimiento global y el enriquecimiento de su grupo. Porque es una crisis desigual, que afecta sólo a los más pobres [...] Las clases dominantes han vivido siempre con fantasmas: los jacobinos, los carbonarios, los masones, los anarquistas, los comunistas. Temían unas fuerzas oscuras que medraban para un día cambiar el mundo y quitarles todo. Eran amenazas fantasmales, pero los miedos eran reales [...]
El modelo construido en Europa como fruto de siglo y medio de luchas sociales era destruido. Ni siquiera el fascismo logró lo que ha conseguido el capitalismo.
Después de las protestas de Wall Street, debemos movilizar a la gente por esas demandas, pero es muy importante permanecer alejados del terreno pragmático de las negociaciones y las propuestas "realistas". No debemos olvidar que cualquier debate que se haga aquí y ahora seguirá siendo necesariamente un debate en el campo enemigo, y hará falta tiempo para desplegar el nuevo contenido. Todo lo que digamos ahora nos lo podrán quitar (recuperar); todo menos nuestro silencio. Este silencio, este rechazo al diálogo, a los abrazos, es nuestro "terrorismo", tan amenazador y siniestro como debe ser.