martes, 6 de diciembre de 2011

El racismo hecho espectáculo


'Jardin zoologique d'acclimatation de Paris (Jardín zoológico de aclimatación de París)',
obra de Henri Sicard et Farradesche de 1891.- MUSÉE DU QUAI BRANLY 
© Groupe de recherche Achac, Paris / coll. part / DR

Hace unos días se inauguraba en el Musée du Quai Branly, La invención del salvaje. Se trata de una exposición centrada en mostrar cómo mujeres, hombres, niñas y niños eran traídos a Europa desde África, Asia, Oceanía y América, para ser exhibidos en números de circo, teatro, cabaret, ferias, zoos, etc. Iniciada  en el cortes reales del siglo XVI, la práctica se extendió hasta mediados del siglo XX.

Recrea así los orígenes de la imagen del perfecto salvaje, aquel que va desnudo, con plumas en la cabeza, que come carne cruda con las manos y que ha calado en el imaginario colectivo hasta hoy. Y recuerda que el todo va acompañado de la clasificación científica de los seres humanos en razas jerarquizadas, un fenómeno en el que la curiosidad por la diferencia acaba desviada hacia la caricatura más grotesca. 
La historia de la exhibición de "salvajes" en Occidente empieza realmente con Cristóbal Colón, que a su regreso de las Américas en 1492 presenta a seis indios a la Corte española. En un principio el "salvaje" es expuesto como una curiosidad, de la misma forma que los enanos y las mujeres barbudas. El fenómeno toma amplitud a principios del XIX, a imagen del éxito de Saartje Baartman, la célebre Venus hotentota, exhibida en Londres y en París entre 1810 y 1815, cuya historia ha sido popularizada recientemente por la película del francotunecino Abdellatif Kechiche, Venus Negra, y cuyo cuerpo no ha sido repatriado a Sudáfrica hasta el año 2002.
El fenómeno se populariza entonces a través de las exposiciones coloniales y universales y de los zoológicos humanos, en paralelo con el avance de la colonización y el estudio científico de las razas. Se va profesionalizando, con el circo Barnum en Estados Unidos y las "tropas exóticas" que van de gira por las capitales europeas. "Es un fenónemo masivo y mundial antes de tiempo, que toca tanto a Occidente como a los países de los que son originarios los supuestos "salvajes", se calcula que más de 1.400 millones de personas han visitado un espectáculo étnico en todo el mundo", explica Blanchard, co-comisario científico de la muestra .
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En el documental Zoos Humaines de Eric Deroo y del mismo Pascal Blanchard, se hace un recorrido desde los orígenes de este fenómeno, su expansión por varios países europeos y Estados Unidos, hasta su desparición en la década de los 30.





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