martes, 24 de abril de 2012

Ciencias sociales ¿para qué sirven?



Dirigido por: Tim Alden Grant
En inglés, sin subtítulos.
Explicar qué son las ciencias sociales no siempre es tarea fácil, y menos aún cuando te piden señalar la delgada línea que separa cada una de las disciplinas que las componen. En esta simpática animación un antropólogo, una geógrafa, un sociólogo, una politóloga y un psicólogo nos hacen una sencilla aclaración de los puntos en común y las peculiaridades de cada una de estas especialidades. Seguramente no están todas (¿no tendríamos que incluir a la economía?¿y a la historia? ¿y las humanidades?), pero resulta una primera introducción bastante a la pregunta de ¿a qué se dedican las ciencias sociales?
La respuesta vendría a ser a algo así como el estudio sistemático de la sociedad y de la naturaleza humana para responder a las preguntas: ¿qué significa ser humano? ¿qué define a una persona? 
  • antropología: ¿su historia? ¿sus ancestros? ¿sus trabajo? ¿sus luchas? ¿sus impulsos?
  • geografía: ¿vive en la motaña? ¿en el desierto, cerca del mar, en el Ártico?
  • sociología: ¿es un hombre o una mujer? ¿de qué color es su piel? ¿a qué se dedica? y en una comunidad ¿qué pasa cuándo siente la influencia de otros seres humanos? ¿cómo se comporta? ¿qué expectativas hay sobre esa persona? ¿satisface esas expectativas?
  • ciencias políticas: ¿quién se hace cargo de la comunidad? ¿qué estructura hay? ¿quiénes son los líderes? ¿cómo se gestionan las identidades?
  • psicología: ¿dónde empiezan todas las acciones? ¿son sólo las experiencias sociales que dan forma al pensamiento? ¿de dónde surgen las motivaciones, las emociones, las ideas, etc?
Muchas preguntas que dan lugar a aún más respuestas posibles...

viernes, 13 de abril de 2012

Coleccionando secretos



Secrets can take many forms. They can be shocking or silly or soulful.They can connect us to our deepest humanity or with people we'll never meet. [....]  Secrets can remind us of the countless human dramas, of frailty and heroism playing out silently in the lives of people all around us.
 Frank Warren

Frank Warren es el creador del proyecto de comunidad de arte postal (mail art) PostSecret. Desde que se puso en marcha en el año 2005, el proyecto ha recibido miles de postales hechas a mano en las que personas anónimas revelaban un secreto. En Post Secret Archive se pueden consultar las entradas antiguas, clasificadas por fecha y etiquetas.

Algunos ejemplos publicados en el blog:


En el siguiente vídeo de TED, Frank Warren explica el proyecto y muestra algunos ejemplos más:

 

miércoles, 11 de abril de 2012

Adrienne Rich y los derechos reproductivos



El pasado 27 de marzo de 2012 moría Adrienne Rich, la poeta y ensayista estadounidense reconocida tanto por su obra literaria como por sus aportaciones a la teoría feminista. Uno de sus ensayos más conocidos es Of Woman Born: Motherhood as experience and institution publicado en 1976, en el que reflexiona sobre su experiencia personal como madre, enmarcada en una revisión histórica de la maternidad y su relación con el patriarcado.
De entre todas las ideas interesantes que desarrolla en el texto, hemos escogido para este post algunas reflexiones incluidas en la Introducción que Rich escribió para la edición del décimo aniversario del texto (1). Entre muchas otras cuestiones, repecto a los derechos sexuales y reproductivos, Rich advierte de las implicaciones de que el  movimiento de liberación de las mujeres ignore la diversidad interna, ya que esta omisión suele llevar a situaciones en las que el avance de los derechos de unas mujeres acaba implicando una mayor opresión para otras. Algunos de sus argumentos y ejemplos basados en la experiencia de Estados Unidos son los siguientes:

Dos mujeres (Retrato de Salvadora y Herminia) (1929) de Frida Kahlo
 
Durante la década de los '70 el movimiento feminista había conseguido en Estados Unidos importantes avances en materia de derechos reproductivos y sexuales. Sin embargo, éstos no beneficiaron a todas las mujeres por igual. Las mujeres blancas, de clase media y con estudios podían "experimentar sexualmente gracias a la píldora, estudiar Derecho, vivir con su novio, y posponer su maternidad (con recurso al aborto legal y seguro en caso de necesidad)".  Y cuando a partir de los '80 la contrarrevolución conservadora dominó las políticas estadounidenses, cada una de estas mismas mujeres pudo disfrutar también de su "post-feminismo": 

casada y trabajando como abogada, podía decidir tener un hijo en un hogar con dos ingresos, dar a luz en casa con una partera y un obstetra que concuerda con su decisión, y descubrir que, mientras el primer ímpetu del movimiento de liberación femenina había apoyado sus decisiones en los ’70s, una sociedad cada vez más obsesionada con la vida familiar y las soluciones personales ahora le daba su aprobación por ser madre.

Sin embargo para las mujeres que representaban el 61% de adultos pobres del país, no habían llegado los cambios suficientes, por lo que la "guerra contra los pobres" del gobierno conservador se convirtió especialmente una "guerra contra las mujeres pobres y sus hijos":

para la madre soltera encarcelada por un crimen no violento (robo menor, emisión de cheque sin fondos, falsificación) a quien se prohíbe ver a sus hijos o incluso saber dónde han sido llevados; para la madre chicana que trabaja como enlatadora que trata de alimentar a sus hijos durante una huelga (no por salarios más altos sino contra la reducción de los salarios) y que es desalojada por atrasarse en el pago del alquiler; para la empleada doméstica negra, organizadora de su comunidad, que se lleva a vivir con ella en su pequeño departamento a su hija desempleada y a sus nietos; para las muchas otras que, a partir de los recortes en los programas para madres e hijos establecidos en los ‘80 y el creciente desempleo, se encontraron no sólo en la pobreza sino en la desesperación y, cada vez más, sin hogar; para la pareja lesbiana de clase obrera que trata de criar a sus hijos en un clima de homofobia intensificada y una economía deprimida; para las madres de clase obrera que antes estaban orgullosas de su capacidad para arreglárselas y ahora se encuentran con sus hijos haciendo fila frente a la olla popular. Mujeres sin maletín, muchas de ellas refugiadas en el torbellino del desarraigo, el lenguaje desconocido, la nueva cultura.

Gypsy Woman with a Baby (1919), de Amadeo Modigliani

Unas desigualdades que, en la aplicación del derecho al aborto y a la esterilización, se asentaron sobre prejuicios racistas y eugenésicos:

en los ‘70: mientras el establishment médico estaba poco dispuesto a esterilizar mujeres como yo [blanca, de clase media y educada], los mismos profesionales y el gobierno federal ejercían presión y coerción para esterilizar a gran número de mujeres indias, negras, chicanas, blancas pobres y portorriqueñas.[...] Muchas feministas blancas no lograron entender que las facilidades para obtener “esterilización a pedido”, sin período de espera, podían convertirse, y en efecto se convirtieron, en esterilizaciones abusivas en los casos en que la mujer era de piel oscura, vivía de subsidios o en una reservación indígena, hablaba poco o nada de inglés, o bien si su inteligencia y capacidad de juzgar por sí misma se suponían por debajo del nivel aceptable, por cualquiera de las razones antes mencionadas.

Es por este motivo que Reich recuerda que "un movimiento feminista por los derechos reproductivos debe ser sumamente claro en su disociación del racismo de los movimientos de “control poblacional” y eugenésicos, oponiéndose a la esterilización involuntaria como parte integral de su política". De la misma manera y para evitar la presión para abortar a determinadas mujeres, los argumentos a favor del aborto no deberían centrarse en el aborto per se, sino en el "poder de las mujeres de elegir cómo y cuándo usaremos nuestra sexualidad y nuestras capacidades reproductivas". Todo ello, además, evitando caer "sentimentalización de la mujer", la maternidad o lo femenino:

las teorías de poder femenino y de ascendencia femenina deben tener plenamente en cuenta las ambigüedades de nuestro ser, y el continuum de nuestra consciencia, las potencialidades de energía, tanto creativa como destructiva, en cada una de nosotras [...] La opresión no es la madre de la virtud; la opresión puede desvirtuarnos, minarnos, hacer que nos odiemos a nosotras mismas. Pero también puede hacernos realistas, que no nos odiemos a nosotras mismas ni nos asumamos como meras víctimas inocentes e inimputables.


This Man Does Not Know How to Please a Woman (1978) de Maria Primachenko

Estas son algunas de las aportaciones que sin duda, aún hoy, siguen de plena vigencia por lo que hacen de Rich una autora imprescindible de la literatura feminista.

(1) Las citas han sido extraídas de la traducción del inglés de Gabriela Adelstein para  
RIMA: Red Informativa de Mujeres de Argentina, y a la que se puede acceder en su versión íntegra aquí:
 Traducción de la "Introducción" de Adrienne Rich en Of Woman Born,  para  la edición de 1986


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